Silencio.
El olvido esta destruyendo todo.
Los instantes vividos
conforman una manada
de vientos helados
que cambian
constantemente
de dirección.
Marchan
a veces sujetos al azar,
en otras guiadas por el destino,
pero terminarán unidos
en un punto exacto,
donde alimentarán
a un desbastador tornado.
Silencio.
La mezquina esperanza
espera inmutable
la oportunidad de aspirar
el denso humo,
nacido de los días
que inevitablemente arden.
Busca intoxicarse
con esa esencia,
que viaja como un póstumo mensaje
prolijamente conservado
en el aire.
Silencio.
El cuerpo dormido
abandona el viaje
que el alma inquieta proseguirá,
y entre sueños
intentara derribar
la gruesa puerta
que nos mantiene presos
con la desolación.
Tal vez en ese momento
pueda recordar esos versos
que nunca he leído
ni recitado.
Descubriré
que viven dentro de mí.
El olvido esta destruyendo todo.
Los instantes vividos
conforman una manada
de vientos helados
que cambian
constantemente
de dirección.
Marchan
a veces sujetos al azar,
en otras guiadas por el destino,
pero terminarán unidos
en un punto exacto,
donde alimentarán
a un desbastador tornado.
Silencio.
La mezquina esperanza
espera inmutable
la oportunidad de aspirar
el denso humo,
nacido de los días
que inevitablemente arden.
Busca intoxicarse
con esa esencia,
que viaja como un póstumo mensaje
prolijamente conservado
en el aire.
Silencio.
El cuerpo dormido
abandona el viaje
que el alma inquieta proseguirá,
y entre sueños
intentara derribar
la gruesa puerta
que nos mantiene presos
con la desolación.
Tal vez en ese momento
pueda recordar esos versos
que nunca he leído
ni recitado.
Descubriré
que viven dentro de mí.
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