Obra de Rocío Tisera

domingo, mayo 31

Onírico


Creo que soy
uno de los pocos
que puede llegar a presenciar
en su real dimensión
a ese onírico paisaje
que ahora se encuentra
delante de mí.
Pocas miradas
pueden contemplar
lo que está allí escondido
entre medio de esas calles,
mimetizándose con cada casa
flotando en el aire,
o hasta refugiándose
en lo más profundo,
debajo de las veredas.
Imágenes, aromas, voces,
risas, penas, sueños,
vivencias pasadas
que vuelven hacia mí
murmurando su existencia,
demostrando su victoria
sobre el nefasto olvido.
Por más que el paso del tiempo
intente desvanecer
a cada una de esas imágenes,
ellas no dejan de vislumbrarse,
de revelarse espontáneamente
ante mis húmedos ojos,
que de a poco
se van durmiendo profundamente,
seducidos por la brisa fría
de una llovizna de invierno.

viernes, mayo 29

Submarino nuclear


El cruel tirano de un pequeño país mediterráneo, utilizó el 80% de sus alicaídas arcas para la compra de un submarino nuclear perteneciente a una de las potencias mundiales. Por el evidente hecho que esa nación no cuenta con salida al mar, el submarino tuvo que ser llevado a uno de los pocos lagos que posee esa empobrecida nación. A pesar que desde el lugar en que se encontraba la nueva arma no podía atacar a ningún país limítrofe, en poco tiempo, las naciones vecinas iniciaron una feroz campaña armamentista, intentando equiparar la nueva y sofisticada adquisición. Inevitablemente, como suele suceder en estos casos, la situación desembocó en una sangrienta guerra regional en la que el pequeño país quedó totalmente destruido. Muerte, hambre, miseria, enfermedades, desolación, fue lo que tuvo que sufrir el pobre pueblo por culpa de ese demente y estúpido tirano, que por cierto, aún sigue en el mismo lugar, o sea, en el poder, aplicando ahora más mano dura sobre la gente. También sigue en el mismo sitio el famoso submarino nuclear, en ese pequeño lago de ese pequeño país, sin que haya disparado aún ninguno de los costosos torpedos con que viene equipado…

miércoles, mayo 27

Tengo


Tengo un extenso catálogo de todo lo que tengo, de todo lo que perdí, de todo lo que quise y de todo lo que alguna vez quise perder. Estos son algunos ejemplos:
-Tengo los alfileres preparados para el momento del maleficio. Es solo cuestión de tiempo, mi amor, para que empieces a sentir lo que quiero.
-Tengo la gota de alcohol que avivará el dormido fuego en mis entrañas. Pronto, muy pronto, voy a comenzar a arder.
-Tengo el agua fresca que hoy calmará mi terrible sed. Es el agua misma que mañana me hundirá en su letal profundidad.
-Tengo una vela, una única vela que acaba de apagarse por culpa del fuerte viento que abrió mi ventana. Esa llama se apagó y todo en mi cuarto fue silencio y todo fue desolación.
-Tengo todas mis fichas listas para ser apostadas al perdedor. Si, al perdedor. Porque el no creer en el azar me lleva inexorablemente a creer en los milagros.
-Tengo la plena seguridad de que aprendí muy poco de los diablos y mucho menos de los viejos. Esto va en serio.
-Tengo tanta paciencia que hasta puedo dejar que me pegues primero, pero nunca que me pegues dos veces.
-Tengo la perspicacia necesaria para poder advertir que no se halla en tu mirada ese brillo asesino del que tú tanto te jactas. Ya no te temo.
-Tengo una mullida cama, cálida y suave, que me induce a dormir profundamente, y me invita a escapar de la agobiante realidad que me acecha. Esa es la entrada al universo de los sueños que ahora voy a utilizar.
Tal como dije, tengo un extenso catálogo de todo lo que tengo, de todo lo que perdí, de todo lo que quise y de todo lo que alguna vez quise perder. Algún día, revelaré más.

lunes, mayo 25

Añoro tu presencia


Añoro tu presencia,
me destruye
tu ausencia,
aunque tengo
bien en claro
que si hoy
estuvieras a mi lado,
nunca,
jamás,
sería lo mismo.
Sucede
que yo extraño
a la persona
que tú eras,
que tú
solías ser,
en aquellos
días tan lejanos,
en que tu y yo
éramos,
precisamente,
ni más ni menos,
que otras personas.

sábado, mayo 23

La soledad es...


La soledad es una llave que nos mantiene prisioneros en un lugar en donde los carceleros somos nosotros mismos.
La soledad es regresar a un mágico vientre para comenzar a vivir de nuevo.
La soledad es esperar que llamen a nuestra puerta, aún sabiendo que nadie va a venir a buscarnos.
La soledad es sentir que muere el día de hoy, y que continuamente resucita el ayer.
La soledad es vivir entre sombras que asfixian, y entender que el silencio ha sido tu respuesta definitiva.
La soledad… ¿Sabés que es la soledad? Es la inercia que me lleva irresistiblemente, a ir en busca de tus labios.

jueves, mayo 21

El doble


En el mundo existen muchas personas que son egocentristas, vanidosas y egoístas, o de mucha autoestima y amor propio, o pedantes y hedonistas. Bueno, Ramiro Goycoechea, el protagonista de la historia, comprendía, él solo, la totalidad de esas cualidades. Él estaba prácticamente enamorado de si mismo, de su cuerpo, de su inteligencia, de su carácter…
Tanto es así, que su casa estaba llena de espejos para poder contemplarse mientras realizaba cualquiera de sus quehaceres diarios, por lo que podía presenciarse mientras comía, mientras se bañaba, cuando lavaba los platos, y no solo eso, ¡también cuando hacía sus necesidades!
A Ramiro Goycoechea le encantaban muchísimo las reuniones sociales, ya que ellas eran excelentes oportunidades para poder explayarse del tema que más conocía y admiraba: él mismo. Sin embargo, no solía ser invitado mucho a las fiestas de sus conocidos debido a que absolutamente nadie lo soportaba, y ya pueden imaginarse el porque de esa reacción. Es que si de él dependiera, estaría horas y horas hablando acerca de su inteligencia, de su gran poder físico, de su carisma, de su cultura, su sensualidad irresistible…
A pesar de todo, acostumbraba a tener suerte con las mujeres, quienes se sentían atraídas por él, no tanto por su forma de ser, sino porque ellas solían creer que era un hombre que contaba con una gran fortuna, a juzgar por la manera distinguida con que se comportaba.
Su vida transcurría apaciblemente, y era en realidad la persona más feliz y segura del mundo, ya que tenía la tranquilidad de que nunca podría perder a la persona que más amaba en el mundo, o sea, él mismo.
Por lo tanto, jamás habría imaginado que algún día, todo ello iba a cambiar.

Una tarde, caminando por el centro de la ciudad, creyó verse reflejado en un espejo colocado en la parte exterior de un local comercial. Lo extraño, es que se vio vistiendo una ropa totalmente diferente. Mientras él llevaba una camisa blanca, pantalón de vestir gris y zapatos negros, su reflejo llevaba puesto una remera negra, pantalón de jeans, bastante sucio y gastado, y un par de zapatillas de lona de color incierto, debido a la cantidad de tierra y mugre que llevaba encima.
Ramiro quedó anonadado observando como alguien igual que él conversaba y se reía con una muy bonita joven. Obviamente, esa persona que estaba viendo no era él. Pero a su vez, le llamaba poderosamente la atención de que la ciudad de Córdoba pudiera albergar a dos personas tan perfectamente idénticas.
Por la inesperada situación y por la sorpresa de la que aún no podía recuperarse, no atinó a preguntarle nada, ni a seguirlo para saber donde vivía, ni siquiera, a llamar la atención para saber que reacción tendría el otro al observarlo. Rápidamente, su doble se perdió entre la gente que caminaba apurada y torpemente a esa hora de la tarde.
Ramiro tomó un taxi y volvió a su casa, notablemente shockeado y víctima de una fuerte depresión. Se recostó sobre la cama e intentó tranquilizarse, pero solo luego de tomar un calmante consiguió dormir.

Cuando se despertó al día siguiente, quiso imaginar que todo había sido un mal sueño y nada más que eso. “Es imposible que exista otro yo. Yo soy único”, pensaba Ramiro. “Dios no puede haber creado otro Ramiro, cuando me hizo estoy seguro que Él, en su infinita sabiduría, rompió el molde”, se consolaba. Esa misma noche, como lo hacía todos los sábados, se vistió elegantemente y usó casi tantos cosméticos y cremas como lo podría haber hecho una mujer. Pasó por el estilista para que le hiciera un “raro peinado nuevo”, y de paso, se sometió a una sesión de manicura. Y gracias a Dios, ya se había olvidado por completo de lo que le había sucedido el día anterior. Al fin y al cabo, todo se trataba de una simple casualidad, algo a lo que el común de la gente nunca le llevaría el apunte. Además, siempre estuvo convencido de que como él, no había nadie en el mundo. Nadie.
Pero esa misma madrugada, una vez dentro del exclusivo pub del que era habitué, lamentablemente, volvió a ver a su doble. El impostor, su gemelo, imitador o lo que fuere, estaba en esta ocasión en el sitio VIP que le pertenecía a Ramiro, con un grupo de personas a los que, una vez cerca, pudo identificar como a su mismísimo grupo de amigos.
Si bien todo pudo deberse a un mero y simple capricho del destino o del azar, Ramiro retrocedió apurado hasta encontrar por fin la salida, y subió a su auto para escaparse de ese lugar lo más pronto que podía.

Las situaciones se dieron de una manera tan particular que hicieron que el engreído tuviera finalmente la razón. Dios, de un día para otro, había optado por romper el molde de una vez por todas. Ramiro estrelló su auto contra un frondoso árbol mientras iba conduciendo su coche alocadamente por la ruta. Los peritos de la policía constataron que la aguja del velocímetro había quedado clavada en 200 kilómetros por hora, tal la velocidad en que marchaba hasta la fatal colisión.
¿Quién era su doble? ¿Un hermano desconocido? ¿Alguien que quería robar su identidad? ¿Un alienígena usurpador de cuerpos? ¡Quién puede saberlo! Lo cierto es que a nadie le importó mucho, realmente. Porque nadie lloró la muerte del verdadero Ramiro Goycoechea. Y es más, muchos festejaron a este nuevo Ramiro Goycoechea, que es mucho más simpático, agradable y humilde, sobre todo humilde, que el anterior…

martes, mayo 19

Reciclando


Hace tiempo que ya no queda absolutamente nada por inventar, ni por descubrir, ni por ingeniar, ni por crear. Tan solo nos limitamos a reciclar, digitalizar y colorear, cortamos y pegamos, o en el mejor de los casos actualizamos, todo lo que alguna persona ya lo ha imaginado hace muchos años atrás. Este pensamiento, por ejemplo, y sin ir muy lejos, se lo robé a alguien que a su vez ya lo había copiado vaya a saber uno de donde.

domingo, mayo 17

Ánima en pena


Soy un fantasma apenado
que debe sobrellevar
por toda la eternidad
la maldición de poder verte dormir
y de poder compartir tu cama,
pero nunca poder tocarte.
Soy un fantasma errante
que cada una de las noches
murmura suaves palabras en tu oído,
pidiéndote con insistencia
que al menos una vez,
lo dejes dormir entre tus brazos.
Soy un fantasma iluso
que cuenta las horas que faltan
para que llegue el amanecer,
mientras sueña con el bello día
en que el sol nos encontrará amándonos,
escondidos bajo sábanas blancas.
Soy un fantasma obstinado,
ánima en pena vagando por tu cuarto,
y tú ni siquiera sabes que yo estoy allí,
contándote cada uno de mis secretos,
confesándote cuanto te extraño,
hablándote cada noche en forma de sueños…

viernes, mayo 15

El Libro Mágico


Kurt Morrison tuvo una obsesión que lo mantuvo ocupado durante toda su vida: la creación de un libro que tuviera la particularidad de que este comenzara en cualquier página (o sea que la historia pudiera ser contada a partir de cualquier página al azar) y que esta pudiera darse por terminada, con un final coherente, en cualquier parte de la obra, algo muy significativo para aquellos lectores que, ya sea por sueño, cansancio, aburrimiento o por tener que realizar otras actividades, decidiese cerrar de pronto el libro.
Obviamente llevar adelante esta tarea no fue nada fácil y le consumió al pobre de Morrison la mayor parte de su existencia. Escribió miles de volúmenes de las mas variadas temáticas, pero no alcanzaba a lograr el efecto que buscaba. Siempre había algo que fallaba en alguna parte del libro que hacía fracasar su intento. Experimentó con diversos tipos de novelas y narrativas, intentó con la novela histórica y hasta con una novela autobiográfica.
Recién cuando cumplió los setenta y dos años de edad, Morrison logró lo que tanto anhelaba. Por fin había podido escribir el Libro Mágico por el que tanto luchó. Pero luego de leerlo y releerlo de diversas maneras para comprobar que funcionaba, su salud comenzó a debilitarse. Como si fuera una maldición, la culminación de su labor lo había llevado inevitablemente a la tumba. Kurt Morrison había escrito una obra monumental que se asemejaba al movimiento continuo, un libro que al comenzar y terminar en cualquier parte, no contenía ni principio, ni fin. Lamentablemente, solo un par de personas, aparte de él lograron leerlo. Uno fue su hijo John, que enloqueció apenas terminó de leerlo y al día de hoy se encuentra internado en una institución siquiátrica. El otro lector fue Luca, el hermano Morrison, que apenas cerró el libro se dirigió hacia su casa, tomó un arma, bajó el sótano y se disparó en la sien.
Luego de estos sucesos, un allegado a la familia cuyo nombre no se reveló, desapareció con la obra sin saberse que fue lo que finalmente hizo con ella. A la luz de los hechos, si de él nació la decisión de destruirla, puede decirse que tomó la medida correcta.

miércoles, mayo 13

Diez pensamientos inútiles -Parte 5-


1- Lo bueno siempre es breve y eso no lo hace el triple de bueno.
2- “Lo bueno si breve, dos veces bueno”, así se excusaba un eyaculador precoz.
3- Las mujeres deben saber que el machismo no descansará hasta ver que un travesti lidere el movimiento feminista.
4- Había un tipo que solía decir que el acostumbraba a viola todas las normas. Yo creía que él era un rebelde, pero no. En realidad era un maniático sexual que abusaba carnalmente de todas las mujeres ¡llamadas Norma!
5- Existen millonarios pervertidos que pagan para ver como otro tipo se acuesta con su mujer. Esos estúpidos no saben que para eso no hace falta pagar.
6- Ante la clásica pregunta de cuales serían los libros que me llevaría a una isla desierta, lo más probable es que serían La Biblia, El Corán, La Tora, y todos los otros libros religiosos del mundo porque del cagazo que tendría, me la pasaría rezando día y noche...
7- La prueba más contundente de que el tiempo es relativo, es lo corto que se hacen las dos horas de un turno de Hotel junto a una mujer. Esto es más práctico que leer las obras completas de Einstein.
8- “Nunca olvides que siempre contaras con mi apoyo”, solía decir un degenerado en el ómnibus.
9- A mi me gustaría que mi novia, mas que vivir siempre celosa, viviera siempre en celo.
10- Esta comprobado que los miembros sexuales masculinos si son largos, son propensos a sufrir de impotencia ya que necesitan de mayor presión sanguínea para erectarse. Con esto, Dios compensó a todos los que no se encuentran entre los más dotados. Menor tamaño, si… ¡Pero mayor duración y confiabilidad!

lunes, mayo 11

Negro café


Endulzo
el negro café
que humea sobre la mesa
con una generosa
cucharada de demencia,
de rica locura,
y tengo
la tenue sospecha
de que hoy
todo va a salir perfecto,
de que este
será un día sorprendente.
Bebo
el café caliente
que quema mis labios,
y así termino
de despabilarme,
de despertarme
de una vez por todas,
y estoy feliz,
muy feliz,
porque ahora,
en este momento,
me siento más loco que nunca.
Ahora si,
estoy en condiciones
de salir a la calle.
Ahora si,
estoy dispuesto
a contemplar el mundo…

sábado, mayo 9

Diez pensamientos inútiles -Parte 4-


1- Es imposible ganarle a la muerte mientras juegue en su equipo el tiempo. Y para colmo nosotros jugamos solos.
2- Conozco a alguien que piensa que a las mujeres se las puede reemplazar con una muñeca inflable a la hora de tener sexo y con un tubo de ensayo en el momento de engendrar niños. Si, es machista.
3- Creo que ya hemos llegado al crítico punto de que el smog no nos deja ver la contaminación.
4- En el reino de los castrados, ¿el impotente es el rey?
5- Hay gente que pretende vender su alma. Yo, al contrario, ni recuerdo cuantas son las cuotas que estoy atrasado por la compra de mi alma.
6- No se quién dijo que ningún matrimonio es feliz, lo que sucede es que hay gente que sabe disimular mejor. Muy gracioso. Muy cierto.
7- ¿Cuando será el día en que nos daremos cuenta de que nada es gratis en este mundo y que tarde o temprano terminan pasándonos la factura?
8- “No a la violencia... ¡sin sexo!”, arengaba un sadomasoquista.
9- Eva, la primera mujer, fue creada a partir de una costilla de Adán. Hoy, yo me desquito por todos los hombres. Vivo a costillas de mi mujer.
10- La otra tarde, un amigo me hizo el comentario de que el verdadero rostro de una mujer solo lo podemos ver luego de habernos acostado con ella. Si, este es mi amigo machista, otra vez.

jueves, mayo 7

Todo tiempo pasado...


Cuando me pongo a recordar las mujeres (bah! tampoco son tantas) que he conocido a lo largo de mi vida, no se porque siempre tiendo a visualizarlas en la mente más bellas de lo que realmente son, más fogosas de lo que eran en realidad y por sobre todo, no se porque tiendo a creer que todas ellas en la cama eran únicas e inigualables, por más que en el fondo sepa que esto no es para nada cierto. ¿Por qué uno siempre idealiza todo lo vivido años atrás y termina pensando que todo tiempo pasado fue mejor? Y por otra parte, aunque con suerte sea solo una de ellas la que me recuerde, ¿le pasará lo mismo? ¿En su recuerdo yo seré más atractivo, más seductor, más inteligente, más simpático de lo que soy en realidad? La verdad es que esto no se si es un buen consuelo…

martes, mayo 5

Tres cosas por decirte


Decidí escribir todo lo que brota de mi pecho, todo, porque si intentara decírtelo correría el riesgo de que tus labios de pronto me interrumpieran y me callaran. Así, de esta manera, podré escribirte, y decirte, estas tres cosas que siento y me abruman:
-Se que tu boca es el agua fresca que ya nunca más volveré a beber. Pero igual, mi traidora memoria sigue desbordándose de recuerdos en el que tú estás presente. Y me duele. Me dueles. Tú eres una pena que llevo encarnada, que lastima, pero que no puedo ni quiero sacar de mí.
-Si al menos me revelaras porque me abandonaste, quizás te diría porque razón algún día tú podrías volver. Pero me dejaste sin ofrecerme ni una sola explicación, y ahora no se como evitar que la historia que vivimos termine de esfumarse y de diluirse en la nada, y tampoco se como impedir que el pasado que compartimos quede disecado en viejas cartas y fotos que solo logran angustiarme más.
- En el aire ya no queda ningún perfume que me recuerden a tu amor. Pero las palabras del ayer aun quedaron revoloteando por nuestro cuarto. Y cuando el silencio de la noche es grande y por momentos logro respirar con calma, las puedo volver a escuchar, una y otra y otra vez. Por eso no puedo olvidarte, por más que tu mirada hoy sea tan distante que haga estremecer mi carne, por más que tus manos estén tan frías, casi tan frías como lo es tu sangre.
Decidí escribirte estas tres cosas a ti, la prójima que más quise amar como a mi mismo. No se si te mereces tanta sinceridad, tanta franqueza, tanto amor. Realmente, no lo se.
Pero aquí puedes leerlas. Y aquí, no puedes callarme.

domingo, mayo 3

El diablo del abogado


Él se hallaba de pie en el medio de la sala que durante unos seis años le sirvió de estudio jurídico. A su derecha, sus pertenencias se encontraban dentro de una caja.
Estaba a punto de quitar de la pared el diploma que lo habilitaba como abogado:
“Doctor Mario González Lazarte”, pero luego de meditarlo por algunos segundos desistió de la idea. Se dirigió a la caja para revisar los objetos que allí había guardado y sacó de ese revoltijo de cosas una pesada arma. Constató que siguiera cargada como lo había estado todo ese tiempo (“por seguridad personal”, solía decir) y la empuñó firmemente con su mano derecha. En ese instante su mente se puso en blanco, sus dientes se apretaron con furia y así, cerrando los ojos, apretó decidido el gatillo. …pero el estallido no se produjo y la bala no salió disparada. Intentó hacerlo otra vez, una vez más, jaló del gatillo infinidad de veces, pero el destino le volvió a negar su fatal deseo. Furioso, lanzó el arma contra la pared, maldiciendo el momento en que decidió comprarla. Abatido, se dirigió al amplio ventanal por el cual se observaba el Boulevard Illia, investigando si era factible arrojarse desde allí. Pero desde esa corta altura, estaba en un segundo piso, lo más probable es que de arrojarse terminaría llevando su humanidad a una silla de ruedas, con los huesos rotos, pero aún vivo. Entonces se sentó en el piso, desahuciado, vencido, apoyando su cabeza entre sus rodillas, intentando clarificar su mente, calmar sus pensamientos… Hasta que sus ojos de manera extraña comenzaron nuevamente a brillar, a la vez que una sonrisa maliciosa se le instalaba en el rostro. Rápidamente se puso de pié, y se dirigió a hacia donde había arrojado el revolver. Lo tomó, lo observó detenidamente y murmuró la inscripción que poseía en la misma empuñadura: “Bush Corporation”. Tomó la caja con sus pertenencias y abandonó el edificio, con el revólver descansando en el bolsillo derecho de su saco. “Tú me vas a salvar”, dijo sonriendo, mientras lo palmeaba disimuladamente. Llegó a su departamento, salvado casi de milagro del embargo que le entabló su ex­-esposa y comenzó a redactar, en una vieja máquina de escribir (ya que también sufrió el embargo de su computadora) la carta documento con la que iniciaría la demanda legal contra “Bush Corporation”, aduciendo la publicidad engañosa y la estafa que sufrió al comprar un producto comprobadamente deficiente y defectuoso.

El juicio, de cifras millonarias, fue zanjado en poco tiempo por una jugosa compensación presentada por la compañía intimada, sumamente beneficiosa para el abogado.
De esta manera, él podía terminar totalmente con los problemas financieros que le aquejaban luego de su desastroso divorcio.
Tres meses más tarde, retiró del banco todo el dinero que había ganado por el pleito.
Se compró una ostentosa Ferrari deportiva de color roja, con la cual recorrió las sierras cordobesas por un mes entero. Se compró un impresionante chalet en Carlos Paz, en donde todas las noches organizaba las orgías más escandalosas e inmorales que se hubieran realizado en esa villa turística, por las cuales desfilaban las prostitutas más jóvenes y bellas, y por lo tanto más caras, de toda la provincia. Se vistió con los trajes más lujosos, compró los manjares más exquisitos, bebió los whiskys más caros, probó las drogas más puras y potentes… pero también se compró un costoso revólver calibre cuarenta y cinco, el más preciso, el más letal, el más mortal… y al final, solo para terminar con el trabajo, se voló la cabeza, tal como lo había decidido un buen tiempo atrás.

viernes, mayo 1

Por el amor de ella


Para conseguir el amor de ella, ¡Bah!, en realidad, para acostarme con ella, gasté muchísimo dinero invitándola a pubs, cenas, viajes, le ofrecí costosos regalos y presentes. Acepté conocer a su familia y tuve que mantener largas y tediosas conversaciones con los padres de ella, soportar a sus insufribles cinco hermanos menores, aguantar a su cargoso y baboso perro, acariciar a su arisco e inquieto gato. Eso, sin mencionar que con el tiempo me cansé de escuchar las incoherencias que ella continuamente habla y las estupideces que ininterrumpidamente hace, y de soportar las concurridas fiestas familiares y los aburridos paseos al campo de sus abuelos, y de llevarla al cine a ver esas tediosas y cursis películas que tanto le gustan, y de sufrir esa pedorra música romántica que siempre escucha y de tener que darle siempre la razón, por más que sepa que no la tiene.
Pensándolo bien… ¿No me convendría más pagarle cien pesos a una linda prostituta, una vez a la semana, en vez de tener que soportar toda esta tortura, todos los días, a la expectativa de algo que quizás no ocurra?
Yo me estoy convenciendo, poco a poco, que si…