Obra de Rocío Tisera

jueves, junio 19

En este preciso momento


En este preciso momento, alguien, en algún lugar del mundo, está a punto de morir asesinado. La muerte puede desencadenarse de diversas formas (envenenamiento, asfixia, golpes, balazos, bomba, cuchilladas, ahogo, etc.) y por distintas razones (por dinero, traición, venganza, amor, odio, guerra, miedo, y también por placer o simplemente por mala suerte). Yo, por ejemplo, a esta hora y en este sitio del continente, estoy a punto de dejar este mundo en forma violenta. Estoy desnudo en la cama, transpirado y agitado. A mi lado, también desnuda, está mi amante, llorando histéricamente, secando sus miles de lágrimas con las sábanas. En el umbral de la puerta del dormitorio, de pié y con mirada fría y pulso firme, se encuentra mi esposa, empuñando un grueso revólver en forma resuelta y decidida. Ella está a punto de disparar, aunque el par de segundos que se demora en gatillar el arma, demuestra que aún no decide quién es el que debe morir primero. Al fin ella dispara, y siento que algo caliente me salpica en la cara: es la sangre de quién minutos atrás había estado haciendo el amor conmigo, en esa misma cama. Ahora mi esposa me observa con sus ojos rojos y se que ahora es mi turno, se que mi maldita hora ha llegado. Después de todo, creo que me lo tengo bien merecido. En este preciso momento, alguien, en algún lugar del mundo, está a punto de nacer…