Obra de Rocío Tisera

jueves, noviembre 26

Tres al hilo de Ray Bradbury

"Ray Bradbury". Dibujo de Juan José Delfini



1- Todo se trata de intentar cosas y ver si funcionan.
2- Es fácil decir alguna inconveniencia cuando se habla por teléfono; el teléfono cambia el significado de las frases.
3- Hay peores cosas que quemar libros, una de ellas, no leerlos.

martes, noviembre 24

Me gané el fuego

Pintura de Sergio Blatto



Creo que me gané el fuego en buena ley. Realmente es justo que arda, que las llamas me atormenten, me ajusticien, me castiguen. Es por esta razón que ya he dejado de gritar hace un buen tiempo (aunque como todos saben aquí el tiempo no existe), es por esto que ya no me lamento en vano. ¿Qué sentido tiene arrepentirse, si todo lo que he obrado lo he gozado a pleno, si todo lo que he realizado lo volvería hacer una y otra vez más? El fuego es mío, y solamente mío, y estoy seguro de que nunca he hecho a hace tanto mérito para ganarme algo como lo es este averno. Me gané el fuego, y todo el calor me pertenece, así como también toda la felicidad, porque desde aquí abajo, en las más tenebrosas profundidades, pequeños rayos de sol alcanzan milagrosamente a filtrarse entre las mínimas grietas de aquel techo de rocas que me sepulta, y son lo más bello que mi condenada alma ha llegado a presenciar en toda su existencia.

domingo, noviembre 22

Llorar

Pintura de Sol Halabi


Se puede llorar por una basurita que entra en el ojo, por la tierra que trae una racha de viento, o por algún tipo de producto químico que este esparcido en el aire.
Se puede llorar por algún accidental arañazo, por un brote de alergia, o por un golpe intencional.
Se puede llorar por el humo del cigarrillo, por pelar una cebolla, o por un agudo dolor de cabeza.
Se puede llorar por hambre, miedo, pena, dolor, soledad, vergüenza, hastío, depresión, locura, rabia, alegría, emoción, sorpresa, desesperación…
Llorar. Llorar. Llorar.
Ha decir verdad, en mi caso lo hago únicamente por una sola causa. Y es que yo tan solo lloro cada vez que pienso en vos.
Si.
En VOS.

viernes, noviembre 20

La rubia que aparece en la imagen




La rubia que aparece en la imagen es una chica bondadosa. Ella es de las que se preguntan eso de “¿por que hacer feliz a una sola persona cuando puedo hacer felices a muchas?”. Y no solo eso, además podemos apreciar que ella es una mujer romántica, sensible y poco pretensiosa, ya que el tipo de la otra mesa no le está regalando ni una joya preciosa, ni un reloj de oro, ni un anillo con rubíes, tan solo le está regalando una flor. ¡Una flor! Y además es muy educada, porque por más que reciba el obsequio de alguien, en ningún momento interrumpe la conversación que ya había iniciado con su pareja, algo que de verdad hubiera sido de muy mal gusto. En fin, esta rubia es la mujer ideal, sino fuera por esos pedazos de cuernos que pueden llegar a aparecer en el cráneo de todos aquellos que estén dispuestos a cortejarla…

miércoles, noviembre 18

Por eso el sol ya no es más un sol


"Pausa (en la larga marcha)". Pintura de Diana Dowek


Los perros husmean entre el montón de basura que forma montañas gigantescas.
Los niños duermen a la intemperie, cerca de líquidos cloacales que forman una laguna nauseabunda.
Moscas, hormigas, cucarachas, ratas, andan de aquí para allá, vagando por el lugar inquietas, pareciendo sufrir de cierta ansiedad.
El cielo es completamente gris, y no porque haya llegado el otoño, sino por el denso humo de unos neumáticos consumidos por las llamas.
Por eso el sol ya no es más un sol, sino un tímido círculo que apenas se hace notar.
Por eso los niños hace mucho tiempo ya que no juegan, y por lo tanto, que ya no ríen.

Esto que describo no lo he sacado de mi imaginación, tampoco lo leí en algún libro, ni lo vi en una película, ni me lo contaron.
Mis ojos aún lloran por el humo.
Mi nariz aún huele el hedor.
Mi corazón se avergüenza profundamente de no saber, de no poder, de no querer terminar de una vez con ese paisaje infernal, con esas desgarradoras imágenes que resumen la injusticia, la desigualdad social, la falta de oportunidades, la corrupción, la ausencia del Estado, la falta de solidaridad…

Por eso el sol ya no es más un sol.

lunes, noviembre 16

Debo olvidarte

Escultura de Marcelo Hepp



Debo olvidarte. Debo olvidarte. Debo olvidarte.
(Si, creo que lo estoy logrando).
Debo olvidarte. Debo olvidarte. Debo olvidarte.
(¡Ya me falta poco!)
Debo olvidarte. Debo olvidarte. Debo olvidarte.
(¡Estoy a punto de lograrlo!)
Debo olvidarte. Debo olvidarte. Debo olvidarte…

Algo salió mal… No recuerdo mi nombre, ni quien soy, ni en donde estoy.
Lo único que se, es que te amo.
Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo.

sábado, noviembre 14

3 de Borges y el tiempo

(Hermenegildo Sábat)




1- Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.
2- Solo perduran en el tiempo las cosas que no fueron del tiempo.
3- El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego.

jueves, noviembre 12

Si yo no fuera yo

Pintura de Ernesto Bertani


Si yo no fuera yo, y fuera otro, ¿quién sería? Tal vez, sería aquel muchacho desolado, sentado en ese solitario banco de la plaza, que espera resignado por alguien que sabe nunca aparecerá. O tal vez sería ese viejo borracho, que se encuentra en ese modesto bar y que se ríe a carcajadas de cualquier estupidez que habla junto a otros cinco viejos, tan borrachos como él. O sería quizás, aquel niño recostado sobre el césped de su jardín, que mira el cielo en busca de ver alguna nube rara, o un arco iris, o un avión plateado, o una nave interplanetaria. Si yo no fuera yo, y fuera otro, quizás sería ese sujeto que en este momento te abraza, te besa, te cuida y te ama. Él, ¿Quién sería si no fuera él?
Ojalá, él quisiera ser yo.

martes, noviembre 10

El Rasta Albino


Quien aparece en la foto es un amigo, Mario Guana, el “Rasta Albino”. Él, fanático del reggae en general y de Bob Marley en particular, enfrenta día a día sus sueños de ser tan rastafari como solo puede llegar a serlo un verdadero jamaiquino. Claro, que él cuenta con la terrible desventaja de haber nacido y de seguir viviendo en una provincia que no cuenta ni con mar, ni con palmeras, ni mucho menos con jamaiquinos…
El sueño de Mario es triunfar en Kingston, la mismísima capital de Jamaica, interpretando una nueva versión de “No woman no cry”, que es casi como querer venderle hielo a los esquimales. Pero bueno, a nadie se le debe matar los sueños. Mientras tanto, hasta que aparezca esa oportunidad de ser volverse famoso, Mario Guana, como buen cordobés, cada domingo va al estadio a alentar a su querido Club Atlético Talleres. Eso es lo único que Jamaica nunca le podrá llegar a dar.

domingo, noviembre 8

3 al hilo del Che Guevara

("Otras tierras" - Jacobo Silva)


1- Si no hay café para todos, no habrá café para nadie.
2- El momento de decisión en la vida de todo hombre, es cuando decide enfrentar la muerte. Si la enfrenta es un héroe tenga éxito o no. Puede ser un buen o mal político, pero si no puede enfrentar la muerte, nunca será otra cosa más que un político.
3- Prefiero morir de pie que vivir siempre arrodillado.

viernes, noviembre 6

¡Papá! ¡Tengo miedo!

("El sueño de la razón produce monstruos" - Francisco Goya)


Era una madrugada de verano, deben haber sido algo así como las dos de la mañana y hacía demasiado calor. En mi dormitorio era imposible dormir ya que el ambiente estaba asfixiante y el ventilador del techo pasaba desapercibido en aquel sopor. Tanto Rosa como yo estábamos casi bañados en sudor en esa cama, por lo que intentábamos alejarnos el uno del otro para no acalorarnos más. No era una noche agradable para tener sexo. Hubiese deseado más un aire acondicionado que congelara mi cuarto que hacer el amor. Pero bien, el tema fue que en medio de ese sueño entrecortado, pesado y molesto, un llanto hizo que me sobresaltara. Era Milagros, nuestra hija, llorando por alguna pesadilla. Antes de que alcanzara a encender el velador para ir a verla, sentí sus pisadas acercarse rápidamente hacia el dormitorio y de pronto apareció ante mí. Estaba llorando. Milagros dio un salto y terminó acostada en mi cama, entremedio de mi esposa y yo. “¡Papá, tengo miedo!”, alcanzó a decir y quedó instantáneamente dormida. Abrazó a su mamá, estiró sus piernas sobre mí y dejó de llorar. El calor se me hizo aún más insoportable. Me levanté medio tambaleante, con los ojos entrecerrados y caminando como un sonámbulo, a darme una ducha. El agua salía del grifo tan caliente como si hubiese prendido el calefón. De todas formas, quedé un poco refrescado, sin esa incómoda transpiración que tenía pegada, y me fui a dormir al cuarto de mi hija. Ese lugar era mucho más fresco, quizás por la ventana que da al gran patio que tiene la casa. Corría una brisa fresca y gratificante, y casi no era necesario el ventilador. Me acosté en la cama de Milagros y quedé rápidamente sumergido en un profundo sueño…
Hasta que en un momento de la noche un ruido me despertó, un ruido bastante extraño. Creo que sonó como una risa, ¡si!, como una risa macabra y maligna, que provenía del extremo de la cama. Debo reconocer, muy vergonzosamente que sentí miedo, un miedo que hacía mucho tiempo que no me invadía. Junté coraje y me levanté a encender la luz, y aunque revisé debajo de la cama, no encontré nada raro. Apagué la luz, me volví a acostar, aunque ya no podía conciliar el sueño. Me había quedado pensando de donde pudo haber provenido aquella extraña risa. No pasó más de unos minutos cuando algo sucedió. Algo, o alguien, me golpeó, no muy fuertemente, pero lo sentí con claridad, en mi pierna derecha. Di un salto de la cama, encendí la luz y revisé todo el cuarto, pero nuevamente no encontré nada. Me volví a acostar, ya muy alterado, y con la intención de estar alerta por si algo sucedía nuevamente. Un par de minutos después sentí como si la cama se moviera, como si se deslizara levemente de un lugar a otro. No tuve que esperar nada más. Me levanté y casi corriendo fui hasta mi dormitorio. Me tiré en mi cama y abracé a mi hija a pesar del denso y húmedo calor que había allí. Tal vez, debo haberla despertado, porque en ese mismo momento ella, abrazándome también pero como si lo hiciera por compasión, me dijo susurrándome al oído: “No tengas miedo papá, ¡el cuco no existe!”. Igual, no pude dormir en toda la noche…

miércoles, noviembre 4

No a la guerra!


“No hagamos la guerra, hagamos el amor”, rezaban los graffitis que los hippies escribían en todas las paredes, allá por los años ’60. “No hagamos la guerra, hagamos el amor”, pero primero nos cuidemos…

lunes, noviembre 2

Bajo la sombra de un árbol


No existe nada mejor que estar acostado sobre la hierba, bajo la sombra fresca de un árbol, sintiendo las caricias de esa brisa que ahora corre, iluminado por esos gloriosos rayos del sol, sin tener nada más que hacer que escribir cada palabra que brota compulsivamente de mi ser.
Lo digo con conocimiento de causa.
En este momento, estoy acostado sobre la hierba, bajo la sombra fresca de un árbol, sintiendo las caricias de esa brisa que ahora corre, iluminado por esos gloriosos rayos del sol…