Obra de Rocío Tisera

viernes, septiembre 29

Diario de un sobreviviente

5 de Marzo de 2.098
La Tierra, nuestro hogar, esta agonizando. No existe ya suelo fértil, ni agua potable, ni aire puro. La tecnología avanzó maravillosamente, pero el hombre, sin ética ni moral, sin escrúpulos, ambicioso y corrupto, la utilizó solo para generar más dinero, más poder.
La brecha entre la gente rica y la pobre es abismal, al punto que poco les importa a los poderosos lo que pase con el planeta. Ellos ya habían previsto esta situación, ya que durante décadas realizaron misiones al planeta Marte para construir bases permanentes.
Este proyecto se hizo factible una vez que descubrieron que allí había agua potable, corriendo por cursos subterráneos. A su vez, siguen trabajando para que al cabo de unas cuantas décadas, el planeta rojo pueda contener en su atmósfera, un porcentaje de oxigeno que se asemeje a la de La Tierra. Han experimentado con algas enviadas desde la tierra, que mediante la fotosíntesis, transforman el dióxido de carbono en oxigeno.
Nuestro planeta se muere y quizás lo único que sobreviva sea este humilde escrito.25 de Abril de 2.099
Los políticos, los empresarios, los abogados, los jueces y la gente de mayor poder económico, ya se marcharon de La Tierra. Los que sobrevivimos en este planeta contaminado, vemos como el tiempo se nos acaba. Comemos lo que encontramos: raíces, cucarachas, ratas… El agua es casi barro, de gusto ácido y si bien sabemos que al consumirla nos terminará matando, es lo único que hay para beber. Según nuestros cálculos no deben quedar más de un millón de personas con vida en todo el planeta.
¿Cuánta gente habrá muerto de SIDA? ¿Y de cáncer? ¿Y por las guerras? ¿Y por la contaminación? ¿Y de hambre y de sed?...
Habitamos un planeta moribundo y lo más probable, es que dentro de poco tiempo seamos cada vez menos.

18 de Enero de 3.011
Los sobrevivientes del planeta Tierra nos hemos agrupado en comunidades en una región situada en lo que se conocía por “Amazonas”. Poco a quedado de aquella majestuosa naturaleza que solíamos ver en las bibliotecas virtuales. Pero aún así, es el oasis que nos ha rescatado de la muerte. En esta zona templada, poco a poco los ríos se fueron descontaminando, quizás por la desaparición de las industrias químicas y nucleares. Muchas familias siguen llegando hacia este lugar, luego de largas travesías que implicaban diferentes dificultades: inmensos desiertos o extensos territorios totalmente congelados. Calculamos que esta solitaria comunidad es lo que queda de la otrora orgullosa raza humana, por lo que tenemos la inmensa responsabilidad de recuperar el mundo.
En este lugar vivimos en paz, todos trabajamos la tierra, intentando que pueda brotar de él alguna de las semillas que cultivamos, otros salen a recolectar insectos y a cazar algún animal, de la especie que sea. Toda la comida reunida se reparte entre todos, en iguales cantidades.
No existen asesinatos, ni robos, ni violaciones, no existen ni los políticos, ni los abogados, ni los militares, ni los economistas y tal vez por eso en esta comunidad no existen ni ricos ni pobres. La equidad es nuestra única herramienta para progresar y sobrevivir.

11 de Diciembre de 3.025
Los humanos hemos logrado revertir la dramática situación en que nos encontrábamos.
Los efectos de la radiación poco a poco van desapareciendo y no pensamos volver a cometer ese error. Reciclamos todos los desperdicios que producimos y la higiene y la limpieza es lo que predomina en nuestra ciudad. Cada vez son menos los niños que nacen con alguna deformación o alguna enfermedad y el promedio de vida ya alcanza los 50 años. La ciudad, a la que llamamos “Fénix” sigue creciendo y cuenta con escuelas, hospitales y comedores populares. Todos los habitantes cuentan con un lugar digno para vivir, incluso los que hace poco han llegado de las emigraciones. Todos trabajamos, cada uno en su tarea específica, y hasta ahora no ha sido necesario construir una cárcel ya que no se cometen ningún tipo de delito. En el supuesto caso en que se entable alguna decisión o algún litigio, un consejo de ancianos, gente mayor de 45 años, hará de conciliadores, intentando zanjar las diferencias. No existe lo que podría decirse un gobierno, todo el pueblo sabe como comportarse y no es necesario decir que esta bien y que mal, por lo que tampoco la gente profesa algún tipo de credo, ya que nuestra única religión es la de cooperar con los demás que es la más fácil forma de pedir que nuestro vecino coopere con nosotros.
Una vez al año, cuando comienza la cosecha, celebramos el renacimiento de nuestro planeta, realizando una fiesta en la que participa toda la ciudad y en la que simbólicamente pedimos perdón a la naturaleza por todo el daño causado y damos gracias por la nueva oportunidad que nos esta brindando.

29 de Octubre de 3.037
Algo terrible está por ocurrir. En el cielo se comienzan a ver luces que poco a poco van ganando más brillo. Son ellos, los Demonios, que regresan a la Tierra dispuestos a destruir lo que hemos reconstruido. Durante todos estos años, le fuimos previniendo a los más jóvenes de que esto podía ocurrir, solo que no creíamos que fuera a ocurrir tan pronto.
¿Ya habrán destruido también el planeta Marte? ¿Huirán de alguna guerra, de algún desastre, de alguna amenaza? Nadie lo sabe. Pero igualmente, en la ciudad “Fénix”, solo predomina el temor y la desolación. Nosotros somos un pueblo pacífico que no cuenta ni con ejércitos ni con armas y no contamos con nada para resistir a esta invasión que nos llega del cielo.
Suena irónico, pero los “marcianos”... nos atacan!

10 de Julio de 3.038
Poco duró nuestra ciudad, nuestra sociedad utópica. Nuestros sueños de crear una nueva humanidad, más responsable y solidaria, se terminaron pronto.
Los Demonios, los“marcianos” invadieron nuestra ciudad y destruyeron todo, masacrando a los hombres y niños y llevándose a todas las mujeres. Todo se acabó.Ya puedo escuchar como se acercan con sus máquinas al foso en donde me he escondido. Los disparos y las explosiones no cesan y puedo oler la carne quemada de los cadáveres esparcidos por el suelo.
Estos hijos de puta vienen a terminar de destruir lo que se salvo de la vez anterior.
Estos hijos mil de puta…

FIN

1 comentario:

Graciela L Arguello dijo...

Apocalíptico, pero tal vez no demasiado lejos de realidades posibles...