Obra de Rocío Tisera

jueves, octubre 2

Alcohol


Tengo en mis manos el tónico para recordar, el suero de la verdad, la copa llena de delíriums trémens que hará desaparecer hasta la misma ley de gravedad. Tal vez, el próximo trago de dulce alcohol será el que despertará mi ira, o quizás el que me dará fuerzas para desnudar los sentimientos más ocultos. El próximo trago de ardiente alcohol, será el que hará que me desarme en una carcajada, o tal vez el que lavará mi adormecido rostro, enjuagándolo con lágrimas. El próximo trago de espirituoso alcohol será el que me inspirará a decir la frase más profunda, o será el que me hará balbucear casi de forma incomprensible, el insulto más grande que sepan pronunciar mis labios. Antes de probar un nuevo trago de alcohol suelo decir que será el último, porque temo a esa cruel enfermedad que él me produce, la nostalgia, la nostalgia más encarnizada que puede soportar un ser humano. Pero en mi interior, se muy bien, demasiado bien, que estoy mintiendo como un coberde, y que no dejaré de beber hasta que el primer rayo de sol me queme los ojos.

1 comentario:

DEMETER dijo...

Guauuuuu, me gusto mucho he leído un par de cosa tuyas pero este encajo conmigo.
Sobre todo la frase"el próximo trago de ardiente alcohol, será el que hará que me desarme en una carcajada".
NO hay nada como una copa de ardiente alcohol, sobre todo cuando dejaste escapar al zancudo.
Saludos