Obra de Rocío Tisera

domingo, septiembre 20

En la pared





Siempre deploré a aquellas personas (más si se tratan de cazadores) que cuelgan en sus paredes cabezas de animales. Si bien la taxidermia es considerada casi como un arte, no solo veo como algo de muy mal gusto que se decore un hogar con animalitos disecados, sino también que me parece de una crueldad inaudita. ¿O usted acaso se imagina tener en el living de su casa, al cuerpo disecado de su abuelita sosteniendo entre sus tiesas manos una maceta, o usándola de perchero, o algo por el estilo? En la segunda foto, se muestra la original decoración de un bar, exhibiendo en la pared una especie de escultura (que se me hace medio “rara”), aunque desconozco cual reacción despierta en los clientes. De todas formas, esta me parece más simpática, por más que la cara que muestre no sea una de las más agradables…

1 comentario:

Graciela L Arguello dijo...

En un todo de acuerdo, Gustavo, ningún ser vivo es tan absolutamente despiadado con los demás seres, como el hombre Muy buenos tus posts, como siempre. Un beso Graciela