Obra de Rocío Tisera

martes, diciembre 30

Agua


En una ocasión, mi hija, por entonces de cinco años, me dijo entusiasmada “¡Papá, no trabajes más y quedate en casa!”. Yo, de una manera simple, le comenté porque no podía dejar de trabajar y a su vez, como sentía curiosidad por su inquietud, le hice una pregunta “¿Y de dónde vamos a sacar dinero para vivir?”. Ella me respondió “¿Y de dónde va a ser? ¡Del cajero, papá!”. Ahí recién comprendí que ella creía que el cajero automático te daba plata porque si nomás, de buenos que eran los del banco, y no que esa plata era la que me habían pagado por mi trabajo… ¡Ja!
Bueno, algo parecido sucede con toda esa gente que malgasta inconscientemente el agua. Porque en esta sociedad que vivimos el derroche es impresionante. Y si llegas explicarle a alguien que el líquido elemento se está acabando, que las napas subterráneas se están secando, que los ríos ya están bastante contaminados y luego le preguntas a ese alguien de donde vamos a sacar agua potable en un futuro cercano, el te va a responder “¡Del pico de la canilla! ¡Del grifo! ¡De donde mierda sino…!”
Quizás los niños terminan comprendiendo las explicaciones de manera más rápida y fácil que muchos de los os. Ojalá que ellos nunca pierdan sus inquietudes y el entusiasmo, y puedan cuidar los recursos naturales de manera más eficaz que nosotros, antes de que se nos haga demasiado tarde…

2 comentarios:

niño de menta dijo...

tal vez... solo necesitemos quitar el asfalto y re poblar las calles, techos y paredes de arboles y verdes plantas, por lo pronto aporto el techo, terrazas y jardines de casa... y cualquiera q soy un bobo fanático, yo solo digo, que su modo de vivir nos llevo a esto...

Graciela L Arguello dijo...

Qué bueno el comentario de la nena!!! Tan ingenuo y tan lógico!
Un beso graciela