Obra de Rocío Tisera

viernes, noviembre 12

Ambrose Bierce



Ambrose Bierce (1842-1914?), escritor satírico y periodista estadounidense, nacido en Meigs County (Ohio). Prestó sus servicios en el Ejército de la Unión durante la Guerra Civil estadounidense (1861-1865). Bierce se estableció en San Francisco, donde escribió breves e ingeniosos artículos políticos y una columna para el periódico News-Letter. En 1868 se convirtió en su editor. En 1872 se trasladó a Londres. Bajo el seudónimo de Dod Grile, escribió corrosivos artículos y relatos para las revistas Fun y Figaro, que posteriormente se publicaron en la recopilación Telarañas de una calavera vacía (1874). Bierce regresó a San Francisco en 1877. Allí continuó colaborando con el Argonaut, fue editor del Wasp y escribió una columna para el Sunday Examiner, propiedad de William Hearst. En su estilo sobresale un ingenio y una fascinación por el horror y la muerte y su dominio del relato hizo que se le comparara en ocasiones con los escritores estadounidenses Edgar Allan Poe y Bret Harte. Entre 1899 y 1913 trabajó para Hearst en Washington y se dedicó a revisar sus propias obras. En 1913 viajó a México donde participó en la Revolución Mexicana y nunca más se supo de él. Sus Obras completas se publicaron en 12 volúmenes (1909-1912) e incluyen el Diccionario del diablo, titulado originalmente Diccionario del cínico (1906).

La máquina voladora - Ambrose Bierce

Un hombre ingenioso que había construido una máquina voladora invitó a un grupo numeroso de personas para verla subir. A la hora señalada, con todo preparado, el hombre entró en la máquina y la puso en funcionamiento. El aparato atravesó enseguida el piso firme sobre el cual había sido construido, y se hundió en la tierra perdiéndose de vista; el aeronauta apenas logró saltar afuera y ponerse a salvo.
-Bueno –dijo-, he hecho todo lo necesario para demostrar la corrección de mis detalles. Los defectos -agregó, echando una mirada al piso arruinado- son apenas básicos y fundamentales.
Luego de esa declaración, la gente se le acercó con donativos para construir una segunda máquina.

Los dos poetas - Ambrose Bierce

Dos poetas peleaban por la manzana de la discordia y el hueso de la disputa, pues tenían mucha hambre.
- Hijos míos –dijo Apolo- repartiré los premios entre los dos. Tú –le dijo al primer poeta- sobresales en arte: toma la manzana. Y tú –le dijo al segundo poeta- en imaginación: toma el hueso.
- ¡Al arte el mejor premio! –dijo el primer poeta, triunfante, y al intentar devorar su premio se rompió todos los dientes. La manzana era una obra de arte.
- Eso demuestra el desprecio de nuestro amo por el mero arte –dijo el segundo poeta, sonriendo. Entonces intentó roer su hueso, pero los dientes lo atravesaron sin encontrar resistencia. Era un hueso imaginario.

El funcionario escrupuloso - Ambrose Bierce

Mientras un inspector de ferrocarril cumplía esmeradamente con su trabajo de colocar obstáculos en las vías y desarreglar las señales, recibió la noticia de que el presidente de la compañía estaba a punto de despedirlo por incompetente.
- ¡Santo Dios! – gritó el hombre-; hay más accidentes en toda mi zona que en el resto de la línea.
- El presidente es muy quisquilloso –dijo el hombre que había traído la noticia-; piensa que se puede provocar la misma pérdida de vidas sin necesidad de dañar tanto las propiedades de la compañía.
- ¿Qué espera? ¿Qué mate a tiros a los pasajeros por las ventanillas del tren? –exclamó el indignado funcionario clavando una traviesa floja sobre las vías-; ¿me toma por un asesino?

3 comentarios:

mera dijo...

A ver, hombre, que tu club de fans se cansa de leer lo mismo.

EDPS dijo...

Muy bueno per echamos de menos su fértil imaginación.

Abrazos

Solera dijo...

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me gusta lo irónico de su relato

p.d. mi sobrina de cuatro años tenía ganas de escribir y se pondrá triste si borro el comentario de ella jaja, tú podrás descifrarlo de seguro ya que tienes una hija pequeña, un abrazo!

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