Obra de Rocío Tisera

martes, enero 20

Profunda noche

(Dibu de Rocío Tisera)

Veo a una gigantesca luna que aparece ante mis ojos y a medida que se eleva en las alturas comienza a arrojar grises noches por sobre los techos de las miserables y tristes casuchas.
Veo un viejo tren que marcha furiosamente, como si se tratase de un implacable matón que persigue y acorrala, por sobre las oxidadas vías, a su espantada víctima.
Veo en la calle a unos muchachos que se encuentran melancólicos (y quizás demasiado alcohólicos) ladrándose con toda la furia que les permite sus gargantas, intentando ocultar que no tienen las agallas suficientes como para poder morderse.
Veo, bajo esa media luz que nos regala el cielo, como los ángeles intentan pasar desapercibidos entremedio de una turba de demonios.
Y siento como el aire se está volviendo cada vez más denso, intensamente tenso, abortando cada palabra que intenta pronunciar la boca reseca.
Y percibo que la oscuridad ya dejó de protegerme y que quedé a merced de la asquerosa realidad que me embiste deliberadamente, una y otra vez, con toda su furia.
Y creo, que el barro que mastican mis muelas es mejor que toda esa mierda que acostumbra a comer el resto.
Cierro mis cansados ojos para dejar de presenciar lo que sucede a mi alrededor, pero me es imposible dejar de escucharlo todo. Porque es en la profunda noche cuando mejor pueden reconocerse cada una de las miles de voces que susurran, blasfeman e injurian a escondidas. Porque la luna sigue allí, y yo aún sigo aquí esperando, sabiendo que este hechizo que me mantiene atado a la nada solo podrá destruirse cuando en el horizonte estalle la primera luz del sol.
Veo, siento, percibo. Y aún creo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bienvenidos al show de los horrores, donde vuestros peores sueños se harán realidad. Donde el peor de vuestras pesadillas se convierte en una realidad tan sólida como el metal. Bienvenidos al servicio técnico de atención al cliente de Microsoft Xbox 360.

Hace tiempo me ocurrió una cosa tan horrible que desearía borrarla de mi memoria, pero mi deber y responsabilidad con los demás seres de este podrido planeta me impide olvidar. Supongo que ya habrás adivinado de lo que estoy hablando, y a juzgar por tu cara y por lo que probablemente hayas buscado en google o en blogger, es lo que estás buscando. El servicio técnico de atención al cliente de Xbox 360.

Mi paseo por el infierno y posterior resurrección empezo un alegre día de septiembre, cuando me dirigí a mi cuenta de correo y me percaté de que el plazo de caducidad de Microsoft Live Gold estaba próximo. Leí en un mensaje entrante que la subscripción estaba a punto de acabar, con sus consiguientes consecuencias. Pero fue para mi sorpresa, que por ninguna parte, me aparecía la posibilidad de darme de baja de este servicio. Por ninguna parte, no había ningún indicio de tal cosa. A continuación, tras minutos de nerviosismo y palpitaciones, encontré un link, en letra pequeña y casi ilegible que me refería a una dirección para darme de baja. Aleluya, había encontrado una salida de la oscuridad. Ni mucho menos. Al dar al link me dirigió a una página que me comunicaba que para darme de baja tenía que llamar a X teléfono de pago, para poder tramitar la susodicha baja.

Aquí viene una de mis críticas. Para darse de alta, todo es muy fácil, no hay que llamar a nadie, lo haces por Internet y conectado a tu Xbox sin mover un dedo. Nombre, dirección, teléfono, DNI, cuenta bancaria, ciudad, país, continente, planeta, realidad. Incluso te permiten crear una mini card para compartir con tus amiguitos, guau, genial, ¿verdad? Pues no, si el servicio para darse de alta es tan sencillo... ¿por qué no el de baja? ¿Tanto les cuesta hacer un formulario de baja? ¿Tanto dinero le cuesta a la compañia más poderosa del planeta en hacer una cosa tan sencilla? Pues no, anónimo y errante lector. Esto simplemente se le llama una táctica de márketing, o simplemente de ratas, para hacer dudar al subscriptor y agotarle por decirlo de algún modo, para que pase de pasar por el infierno que supone darse de baja de estos servicios. No sólo es práctica de MS, si no también de Telefónica y otras corporaciones monopolizantes.

Tras ver que no había manera de salir del agujero que yo mismo me había cabado, ayudado por unos demonios vestidos de verde llamados MSXBOX, entré en fase de enojo. Tal era mi enojo que casi rompo un lápiz. Así que decidí llamar a éste estúpido número de teléfono, no estaba dispuesto a que una panda de estafadores se llevasen 59,90 € así por la cara.

Marqué el número de teléfono, ( no lo recuerdo exactamente, pero creo que era un número extranjero), y me pusieron en espera. Unos 15 minutos después, sí, has leído bien, 15 minutos, 15 minutos que luego se convertirían en un bálsamo de desesperanza en lo que supondría después, conseguí hablar con alguien. Éste alguien, por decirlo de algún modo, no sé si era alguien o algo, ya que su manera de hablar parecía más bien la propia de una carpa de río, me preguntó que qué quería. Cuando digo carpa de río, me refiero a que no se le entendía absolutamente nada, NADA. Era como hablar con un japonés, no se le entendía absolutamente nada. Según tengo entendido tienen a indios,( de la India), trabajando como telefonistas. Comprendo que ese trabajo sea una mierda, pero viniendo de una corporación como MS, y su gran forrado líder, esperaba un servicio personalizado para cada país, en este caso, la rústica y dejada atrás España.
Pues bien, tras comunicarle que mi subscripción estaba a punto de caducar y no deseaba utilizar más los servicios de Microsoft Xbox Live Gold y que quería darme de baja, el telefonista me contestó que debía esperar a que le diese la dana hacer su trabajo bien. Esto es un sarcasmo, el tío en realidad me dijo que al introducir mi nombre y mi DNI, EL PROGRAMA SE HABÍA QUEDADO BLOQUEADO, que llamase más tarde. Increíble, ¿no es cierto? Así que yo, como un imbécil, colgué el teléfono, quemado de hablar con un indio que balbuceaba español, por no decir vomitar.

Al día siguiente, y decidido a salir de este infierno estresante, llamé de nuevo. Otros 15 minutos de desesperanza, cabreo y maldición. Se me puso al teléfono el mismo indio de ayer, lo gracioso de ello es que el tío se hacia el sueco, le dije que había llamado ayer y que quería que no me autocobrasen el Live, ( otra estafa, te lo cobran sin darte cuenta). Por suerte, parecía que este hombre se había levantado de buen humor y que Vishnú o alguno de sus ridículos dioses le había dicho que obrara bien y le ayudase al pringado de la XTS. Pero no, la cosa no iba a ser tan sencilla como confirmar datos y tramitar la baja tan fácilmente e in situ. Me dio un número que me refería a mí como demandante que se quería dar de baja, o número de cliente o algo así. Luego me dijo que me llamaría para confirmar la baja y preguntar por qué de la baja, ( encima con recochineo).

Se acercaba el día X en el que se realizaría la renovación automática de la subscripción, también conocido como el timo del LiveGold, y sería imposible recuperar mi dinero. Resuelto a defender mis derechos como usuario, volví a llamar pasado dos días, ya que los desgraciados de los indios, ( lo siento por los indios buenos, pero esto era ya en no va más), y le dije que quería darme de baja, y que tenía un número personal para que me atendieran dejándose de paripés. Pero otra vez ocurrió, sí, lee un párrafo más arriba para saber lo que posiblemente ocurriese.

El fuego estaba en mis ojos, tal y como narra la canción de The Offspring. Llamé a mi banco y les dije que no me pasaran ninguna factura de Microsoft. No hubo ningún problema, un servicio rápido e indoloro, sin complicaciones. Una chica muy maja me atendió, (no era india, pero si lo hubiera sido me hubiera dado igual), me dijo que le escribiese un mail con la razón de la incidencia, si se puede llamar así. Yo lo llamo putada.

Poco después, y navegando por la vistosa página de Xbox360, encontré un formulario, ( en inglés ), que servía para quejarse, o cagarse en la madre de Billy Puertas.

Bien, envié mi mensaje de tal manera que me tuvieron que llamar por teléfono, parece que alguien superior al indio había leído que había un cliente super enfadado.

Así que nada, tras una semana de sufrimiento, ( ¿o fueron dos?), conseguí que me hicieran caso y me anularan la injusta autosubscripción.

Aquí acaba la odisea por los infiernos de Microsoft y su horrendo servicio técnico. Algunos consejos para aquel que llegue a esta página por error, o por exasperación, o por tener pensado comprar una Xbox 360 y ponerse MSLive:

- No te des de alta por medio de tarjeta ni domiciliación bancaria; éste es el método más cómodo, pero como puedes ver, Microsoft usa prácticas inmorales que conllevan la autorenovación sin comunicárselo al contratante.

- Si tienes el valor de darte de alta, que sea mediante una tarjeta de prepago; una tarjeta de prepago te evita tener que dar todos tus datos y lo que es mejor tu tarjeta de crédito. No puedo confirmar el hecho de dar los datos.

- Si se te ocurre, Odín no lo quiera, darte de alta mediante tarjeta de crédito, crea una cuenta en un banco y no metas más de 60 €. De este modo, si no quieres pasar por el infierno, Microsoft no podrá cobrarte la siguiente susbscripción. También aconsejo este método para compras por ebay y otras tiendas extranjeras.

- Cómprate una PS3. No tengo que decir nada más.

Deseando la mejor suerte a aquellos que se hayan dado de alta o de baja de este atroz servicio, me despido para siempre. Saludos desde el otro lado de la realidad.