
PERDEDOR: Perdí. Y yo odio perder. Y más odio que se burlen de mí. Y más odio aún que no me den la revancha. Perdí, y no me queda otra cosa que hacer que quedarme sentado en el suelo, insultándome, solo, mirando a la nada…
EL FIN DEL MUNDO SE ACERCA: En la calle hay un viejo barbudo y desaliñado que grita enloquecido que el fin del mundo se acerca. Puede tratarse de un demente, pero… ¡Que cagada! ¿No? Tenía muchos planes para el mes que viene. Ya estaba a punto de terminar de fabricar la fabricar la primera bomba atómica de mi país, por ejemplo.
LOS NIÑOS Y EL PAN: Las abuelas solían decir que cuando un niño nace, viene al mundo con un pan bajo el brazo, dando a entender que la llegada del bebé trae augurios de trabajo y dinero. Yo no estoy de acuerdo con esta frase y tengo una buena razón. Se de un bebé que nació con una marca, un 666 dibujado en la frente, y no trajo consigo nada bueno para sus padres. Es más, ellos murieron al poco tiempo en situaciones demasiado extrañas…
LAS GANAS DE DIOS: En algún momento de la eternidad, mientras se desplazaba por el Universo, Dios sintió ganas de cagar. Fue hasta el mundo que tuvo más a mano, levantó su blanca túnica, se puso de cuclillas y defecó. Limpió su celestial culo con las copas de unos árboles y se marchó, ya más tranquilo, hacia el infinito. Dios, sin saberlo, acababa de crear a la Humanidad.
AUTORETRATO: Una tarde, en la escuela de arte, el profesor pidió a cada uno de los alumnos que hiciera un autorretrato. Entonces, yo tomé mi lápiz y tracé sobre el papel un dibujo en el que reflejé fielmente mi rostro. A pesar de ello, mis compañeros apenas lo vieron opinaron que el dibujo no tenía nada que ver conmigo. Sin embargo, estoy seguro que me retraté tal como me suelo ver en el espejo cada día. ¿Será que mi rostro no es como yo creo?
EL FIN DEL MUNDO SE ACERCA: En la calle hay un viejo barbudo y desaliñado que grita enloquecido que el fin del mundo se acerca. Puede tratarse de un demente, pero… ¡Que cagada! ¿No? Tenía muchos planes para el mes que viene. Ya estaba a punto de terminar de fabricar la fabricar la primera bomba atómica de mi país, por ejemplo.
LOS NIÑOS Y EL PAN: Las abuelas solían decir que cuando un niño nace, viene al mundo con un pan bajo el brazo, dando a entender que la llegada del bebé trae augurios de trabajo y dinero. Yo no estoy de acuerdo con esta frase y tengo una buena razón. Se de un bebé que nació con una marca, un 666 dibujado en la frente, y no trajo consigo nada bueno para sus padres. Es más, ellos murieron al poco tiempo en situaciones demasiado extrañas…
LAS GANAS DE DIOS: En algún momento de la eternidad, mientras se desplazaba por el Universo, Dios sintió ganas de cagar. Fue hasta el mundo que tuvo más a mano, levantó su blanca túnica, se puso de cuclillas y defecó. Limpió su celestial culo con las copas de unos árboles y se marchó, ya más tranquilo, hacia el infinito. Dios, sin saberlo, acababa de crear a la Humanidad.
AUTORETRATO: Una tarde, en la escuela de arte, el profesor pidió a cada uno de los alumnos que hiciera un autorretrato. Entonces, yo tomé mi lápiz y tracé sobre el papel un dibujo en el que reflejé fielmente mi rostro. A pesar de ello, mis compañeros apenas lo vieron opinaron que el dibujo no tenía nada que ver conmigo. Sin embargo, estoy seguro que me retraté tal como me suelo ver en el espejo cada día. ¿Será que mi rostro no es como yo creo?