Nadie me escucha. A nadie escucho. Nadie se escucha. ¿De que hablo yo? ¿Qué hablan ellos? Nadie dice nada, mucho menos yo.
Nadie me mira. A nadie miro. Nadie se mira. ¿Cómo son ellos? ¿Cómo soy yo? Nadie existe, mucho menos yo.
Somos sombras que se entrecruzan sobre las paredes húmedas y agrietadas.
Somos fantasmas que no sospechan de que el fuego hace tiempo que ya se ha extinguido.
Si nadie me lee, si a nadie leo, si nadie se lee... ¿Qué será de nosotros? ¿Qué será...?
Una nueva ocurrencia
Hace 6 días.
1 comentario:
yo te leo,
tu me lees,
él nos lee....
nosotros te escuchamos,
vosotros nos escuchais,
y a ellos que les dén!!!
.besos.
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