Se acerca mi final lo se. Puedo sentir el aroma del abismo invadiendo mi habitación. Puedo escuchar los gemidos del tiempo gozando el ocaso. Todo se termina y ya no tiene sentido que me preocupe por quién cuidara mis pertenencias, por quien velará mi recuerdo, por quien me rescatará del olvido. Me voy arrastrado por lo inevitable, enredado entre lo que fui y ya no volveré a ser.Se acerca mi final y sin embargo no siento nostalgia, no siento miedo, no siento rencor. Lo único que alcanzo a sentir en este momento tan intenso, tan dramático, es curiosidad. La misma curiosidad que me solía invadir cuando solo era un niño, un simple niño que se creía inmortal.
Una nueva ocurrencia
Hace 6 días.
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