El muchacho fue con su novia a uno de esos hoteles por horas. Mientras ella se bañaba, aprovechó para dar paso a su curiosidad y apoyó su oreja contra la pared para poder escuchar lo que estaba sucediendo en el cuarto contiguo. Pero nada excitante escuchó. Sucede que en la habitación de al lado, otro muchacho al igual que él, intentaba escuchar lo que pasaba en el otro cuarto mientras su joven acompañante dormía en la cama. Pero este tampoco pudo escuchar nada interesante. Porque en ese tercer cuarto, un tipo realizaba una acción similar deseando escuchar algo del otro cuarto contiguo mientras su amante se demoraba en el baño intentando calzarse un sexy disfraz de mucama.
Los meses del año
Hace 1 día.
1 comentario:
upsss!
me recuerda ese cuento de Cortazar... hmmm
abrazo grande!
Publicar un comentario