No te mueras amor irrealizable después de mí, muere antes que yo, que sino me impedirás de esa manera actuar como durante tanto tiempo lo he soñado. No te mueras imposible amante después de mí, muere antes que yo, que quiero llegar a tu funeral vestido con un lustroso traje negro, una rosa roja en la mano y una plateada lágrima en mi rostro, que recorrerá lentamente mi mejilla, casi al mismo tiempo en que concluya mi lastimosa marcha desde la entrada hasta el lugar en que reposas exánime. No te mueras maldita egoísta después de mí, muere antes que yo, que tengo la fantasía de poner aquella rosa roja entre tus manos blancas y frías como la nieve, para luego acercarme a ti y besar tus deseados labios ante la mirada incrédula de tus familiares, tus amigos y conocidos, y por supuesto, de tu marido. No te mueras hermosa muchacha después de mí, muere antes que yo, porque estoy convencido de que esta es la única manera en que podré robarte un beso antes de que la vida se me acabe.
Los meses del año
Hace 12 horas.
5 comentarios:
Bésala viva, regálale la rosa y no lo comentes.
El marido.
"Bésame viva, regálame la rosa y no lo comentes". Ella.
Ha sido un placer ese deseo de muerte ajena con beso de despedida.
Saludos
Ella no es un anónimo, pero si una inexperta en envío de comentarios.
Saludos, de nuevo.
no me des el disgusto de morirte después de mí, quitándome la chance de vivir, hasta el último de mis días, condenado a la pena y a la culpa que yo mismo me forjo al no ser capaz de desearte más que muerta, más que imposible, y (tan) cercana en esa imposibilidad... no me pidas que te deje vivir más allá de mis días; que te deje robarme la posibilidad de ser el último romántico, el que, de los dos, más haya esperado...
me ha encantado, pero encantado de verdad.
saludos
jonessy
la fijación por la muerte es peligrosa
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