Leí en el diario que las plantas de tratamiento de agua no pueden quitar por completo algunas sustancias que poseen los medicamentos y que son vertidos al drenaje. Por lo tanto, en el agua “potable” existen hormonas sexuales que no han sido eliminadas. Quizás esto explicaría todo. Tal vez es por esta razón que de pronto he dejado de usar mis agujereados calzoncillos y mis gastados jeans para vestir ahora esta cómoda y minúscula tanguita debajo de esta coqueta minifalda roja. Y pensar que yo dejé de tomar cerveza porque decían que me hacía mal…
1 comentario:
esto me suena a discurso político para dummies jeje
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