Obra de Pablo Bernasconi
Apenas desperté, recordé que ese mismo día era el cumpleaños de mi mejor amigo.
Sin perder tiempo salí de la cama de un salto y sin desayunar, fui presuroso a comprarle un buen regalo. Luego, caminé velozmente un par de cuadras hasta que llegué a la parada de ómnibus. Y allí comenzó mi mala suerte. Porque luego de esperar unos diez minutos, por error, subí a un coche que si bien me llevaba cerca de mi destino, lo hacía por un camino diferente. Y así fue, el ómnibus realizó un recorrido tan diferente y extraño que si bien me llevó hasta la casa de mi amigo, lo hizo de una manera tan insólita que me hizo llegar tres días antes (si, antes) de su cumpleaños.
2 comentarios:
yo quiero subirme a ese camión
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