Esto es así, hasta un fanático del heavy metal puede llegar a enamorarse de una forma tan melosa y repugnante que hasta sus propios amigos y familiares desearan asesinarlo a sangre fría. Este sujeto, por ejemplo, quemó todos sus CDs y DVDs y borró todos sus MP3 de Sepultura, Metallica y AC/DC por la única razón de que no le gustaban a su nueva novia, la razón de su embobamiento. Ahora se lo puede ver por la calle caminando como un idiota, cantando a viva voz canciones de Cristian Castro y boleros de Luís Miguel, deshojando margaritas y no pudiendo borrar de la cara esa sonrisa estúpida y enamorada que causa el asco y las náuseas de los ocasionales transeúntes que sin querer lo observen.
Dios nos libre de caer a nosotros en esta deliciosa y adictiva trampa, de caer enfermos en esta hermosa y mágica epidemia, que nos hace ir sin rumbo como zombis.¡¡¡Aguante el Metal!!!
Dios nos libre de caer a nosotros en esta deliciosa y adictiva trampa, de caer enfermos en esta hermosa y mágica epidemia, que nos hace ir sin rumbo como zombis.¡¡¡Aguante el Metal!!!
3 comentarios:
jajajaja... excelente entrada, un saludo compañero.
Creo que yo seria la primera en matarlo... Tan extremistas que son estos enamorados! Ni te explico como me rei con la foto :P
extremista en metal, extremista en todo... saluditos!!!
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