El no quería adorarla
ni extrañarla,
ni consentirla,
ni respetarla,
ni quererla para siempre.
Solo deseaba
hacerle el amor
por cinco minutos,
no más que eso,
no menos que eso,
y largarse de su lado
para nunca jamás
volver a verla.
Lamentablemente para él
lo logró.
Su problema comenzó
aquel triste día
que se dio cuenta
de que extrañaba
con terrible desesperación
aquellos cinco minutos
que una vez supo vivir
junto a ella.
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