Obra de Rocío Tisera

lunes, noviembre 8

Augusto Monterroso



El narrador y ensayista Augusto Monterroso (1921-2003) nació en Tegucigalpa, Honduras. A los 15 años se estableció en Guatemala. Desde muy joven se implicó en la vida política de su país. A los 23 años se exilió en México. En 1953 publicó “Uno de cada tres y el centenario”, y en 1959 “Obras completas (y otros cuentos)”. Una prosa concisa, sencilla y accesible y una abierta inclinación hacia la parodia, la fábula y el ensayo, sientan los cimientos de un universo inquietante, que oscila entre el nonsense (forma en verso o en prosa que busca efectos extraños, absurdos y habitualmente humorísticos transgrediendo las leyes de la lógica, la semántica y la sintaxis), el humor negro y la paradoja. Otros títulos, signada siempre por la brevedad, son: “La oveja negra y demás fábulas” (1969), “Animales y hombres” (1971), “Movimiento perpetuo” (1972) o la novela “Lo demás es silencio” (1978), firmado con el heterónimo Eduardo Torres. También inclasificables, aunque más próximos al área de la reflexión literaria, no exenta de creatividad y fantasía, son: “La letra e, fragmento de un diario” (1987), “Viaje al centro de la fábula” (entrevistas, 1981) o “La palabra mágica” (1983). Su composición de una sola línea, “Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, está considerada como el relato más breve de la literatura universal. En 1996 reunió en “Cuentos, fábulas y lo demás es silencio” el conjunto de su obra de ficción. En 1999 publicó “La vaca”, una recopilación de “ensayos que parecen cuentos y cuentos que parecen ensayos”. Es autor también del libro memorialístico Los buscadores de oro (1993). En 2000 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Monterroso actuó como intermediario en las negociaciones de paz entabladas entre el gobierno y la guerrilla revolucionaria de su país.
(¡Gracias Encarta!)

A continuación, una muestra de su brillante estilo.

“Beneficios y maleficios de Jorge Luis Borges” – Augusto Monterroso

El encuentro con Borges no sucede nunca sin consecuencias. He aquí algunas de las cosas que pueden ocurrir entre benéficas y maléficas:

1- Pasar a su lado sin darse cuenta. (maléfica)
2- Pasar a su lado, regresarse y seguirlo durante un buen trecho para ver que hace. (benéfica)
3- Pasar a su lado, regresarse y seguirlo para siempre. (maléfica)
4- Descubrir que uno es tonto y que hasta ese momento no se le había ocurrido una idea que más o menos valiera la pena. (benéfica)
5- Descubrir que uno es inteligente puesto que le gusta Borges (benéfica)
6- Deslumbrase con la fábula de Aquiles y la tortuga y creer que por ahí va la cosa. (maléfica)
7- Descubrir el infinito y la eternidad. (benéfica)
8- Preocuparse por el infinito y la eternidad. (benéfica)
9- Creer en el infinito y la eternidad (maléfica)
10-Dejar de escribir (benéfica)

1 comentario:

Daniel O. Requelme dijo...

Me encantan los cuentos brevísimos de este autor. Me resultó muy pkacentero viajar por tu espacio. Muy sobrio. Elegante. Sustancioso. Saludos Amigo...Muy Bueno.Daniel Requelme.