Obra de Rocío Tisera
Si pudiéramos abrir cada una de las ventanas del alma, sin miedos ni prejuicios, y mostrarnos tal como somos, tal vez no se lograría la paz en el mundo, pero de lo que si estoy seguro es que con ello ya no existiría la hipocresía. Y la hipocresía es una de las causas que origina las guerras, el hambre, la injusticia… Creo que vale la pena hacer el esfuerzo. Siempre hay algo por mejorar. Total, como mínimo, con las ventanas abiertas conseguiremos que nuestro contaminado interior logre al fin tomar una bocanada de aire puro. Y eso no es poco.
1 comentario:
Bueno, al menos has vuelto. Que de veces miré y miré. Y vienes vestido de Pontifical. Feliz año y bienvenido.
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