En este preciso momento, alguien, en algún lugar del mundo, está a punto de morir asesinado. La muerte puede desencadenarse de diversas formas (envenenamiento, asfixia, golpes, balazos, bomba, cuchilladas, ahogo, etc.) y por distintas razones (por dinero, traición, venganza, amor, odio, guerra, miedo, y también por placer o simplemente por mala suerte). Yo, por ejemplo, a esta hora y en este sitio del continente, estoy a punto de dejar este mundo en forma violenta. Estoy desnudo en la cama, transpirado y agitado. A mi lado, también desnuda, está mi amante, llorando histéricamente, secando sus miles de lágrimas con las sábanas. En el umbral de la puerta del dormitorio, de pié y con mirada fría y pulso firme, se encuentra mi esposa, empuñando un grueso revólver en forma resuelta y decidida. Ella está a punto de disparar, aunque el par de segundos que se demora en gatillar el arma, demuestra que aún no decide quién es el que debe morir primero. Al fin ella dispara, y siento que algo caliente me salpica en la cara: es la sangre de quién minutos atrás había estado haciendo el amor conmigo, en esa misma cama. Ahora mi esposa me observa con sus ojos rojos y se que ahora es mi turno, se que mi maldita hora ha llegado. Después de todo, creo que me lo tengo bien merecido. En este preciso momento, alguien, en algún lugar del mundo, está a punto de nacer…
Una nueva ocurrencia
Hace 6 días.
3 comentarios:
Eres un fenómeno. Me encantó.
Saludos.
surprise, you are dead!! muy bueno.
Quería contarte que he escrito un relato inspirado en uno de tus microrrelatos. Te invito a leerlo. Sin dudas mientras lo hagas te darás cuenta sobre cual está basado, pero me gustaría que me digas a partir de qué momento del relato lo descubriste. Abrazo,
RF.
Excelente... y es cierto... el castigo para él, quien lo considera justo... ella murió primero, como moriría primero el amante de la mujer casada o comprometida, con justa causa también...
Excelente relato, Muchos Éxitos.
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