Obra de Rocío Tisera

miércoles, mayo 4

Modelos


El contingente de turistas norteamericanos estaba a punto de abandonar ese pequeño poblado africano para emprender el regreso al aeropuerto. De pronto, un famélico niño de no más de diez años se acercó a ellos y extendió su mano con la clara intención de pedir una limosna. Una mujer que se encontraba a punto de subir al autobús alcanzó a verlo, por lo que abrió rápidamente su cartera y comenzó a buscar algún billete para ofrecerle. Pero, luego de mucho hurgar, se dio cuenta de que aparte de sus tarjetas de crédito, solo llevaba sus documentos y una revista de modas que llevaba para leer durante el viaje. De todas formas, logró hallar una cierta cantidad de monedas que, junto con aquella revista, fueron a parar a las manos del niño. El chico sonrió complacido por la generosidad de la turista y se marchó rumbo a su hogar, situado a un par de kilómetros de allí. En su marcha, encontró la fresca sombra de un gigantesco baobab y decidió recostarse por un momento bajo él, agobiado por el ardiente sol. Metió su pequeña mano en el bolsillo y se puso a contar con mucha alegría todas las monedas que acababa de recibir. Luego, se puso a hojear con algo de curiosidad esa revista que le había dado aquella mujer. Así, el niño comenzó a ver en esas páginas cientos de fotos en las que aparecían desfilando mujeres rubias, pelirrojas, algunas de tez amarilla, otras morenas. Algunas tenían mucha ropa encima y otras tenían muy poca, pero todas ellas compartían una particularidad, y era que todas ellas estaban tan flacas y huesudas como él mismo y como la mayoría de los habitantes de su poblado. En vano intentaría leer lo que decían aquellas páginas ya que el muchachito era analfabeto, pero él no pudo llegar a otra conclusión que la que le pareció más obvia. “Allá, donde viven los turistas, ¡la gente pasa tanta hambre como nosotros!”, pensó convencido. “¡Pobres! ¡Y yo que creía que ellos eran los afortunados!”

1 comentario:

Anónimo dijo...

EXCELENTE!!!!!! UNA VEZ MAS DEJAS AL DESCUBIERTO LO BUENO QUE SOS EN ESTO QUE HACES CON TANTA PASION! ME ENCANTO EL RELATO!
T.A.G.